INGREDIENTES: para 2 uds., molde 18 cm
600 g de harina de trigo 120 g de azúcar 4 huevos L (180 g en total) 120 g de mantequilla 140 ml de leche tibia 40 g de levadura fresca 12 g de sal
Para pintar: Mantequilla, huevo y sal
Utilidades: Tabla de equivalencias Dónde comprar mis utensilios
PREPARACIÓN:
Empezamos deshaciendo 40 g de levadura fresca en 140 ml de leche tibia. Removemos con ayuda de un tenedor hasta que se haya disuelto totalmente. En un bol echamos 600 g de harina de trigo junto con 120 g de azúcar y 12 g de sal. Batimos ligeramente 4 huevos L, en total hemos de incorporar 180 g de huevo. Lo agregamos a la harina en varias tandas, mientras mezclamos con ayuda de una rasqueta. A continuación vertemos la leche con la levadura disuelta que teníamos reservada. Cuando veáis que con la rasqueta se hace difícil amasar, es el momento de meter las manos. Amasamos hasta que la masa haya absorbido toda la harina.
En este punto incorporamos 120 g de dados de mantequilla bien fría. Seguimos amasando hasta que la mantequilla se haya integrado totalmente. Poco a poco veremos como va cambiando el aspecto de la masa. Se va volviendo más fina, elástica y menos pegajosa. Una vez que la mantequilla se haya integrado totalmente es el momento de pasar la masa a la superficie de trabajo. Enharinamos y amasamos durante 5 minutos más. Enharinamos un bol, introducimos la masa en forma de bola, tapamos y dejamos reposar hasta que doble su volumen, no menos de una hora y media.
Tapamos y dejamos levar hasta que doblen su volumen.
Pasado el tiempo, volvemos a pintar con el huevo batido y horneamos con el horno precalentado a 210 ºC durante 5 minutos. Pasados los 5 minutos bajamos la temperatura a 180 ºC y seguimos horneando durante 25 minutos aproximadamente. Una vez horneados, dejamos enfriar 5 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.