Entrada y saludo inicial.
Sacerdote: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Sacerdote: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con vosotros. Todos: Y con tu espíritu
ACTO PENITENCIAL
Sacerdote: Hermanos Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor. Sacerdote:Dios todopoderos tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Todos: Amén.
Sacerdote: Señor Dios Y Padre nuestro, que al crear a la humanidad quisiste la unión del hombre y de la mujer, une en la fidelidad del amor a estos hijos tuyos Josch y Valentina que celebran su boda para que amándose cada vez más, den testimonio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Sacerdote: Señor, ten piedad. Todos: Señor, ten piedad. Sacerdote: Cristo, ten piedad. Todos: Cristo, ten piedad. Sacerdote: Señor, ten piedad. Todos: Señor, ten piedad
Liturgia de la Palabra
Lectura del libro del Génesis: 2,18-24
En aquel día, dijo el Señor Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que lo ayude”. Entonces el Señor Dios formó de la tierra todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y los llevó ante Adán para que les pusiera nombre y así todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán. Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún ser semejante a Adán para ayudarlo. Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el lugar vacío. Y de la costilla que le había sacado al hombre, Dios formó una mujer. Se la llevó al hombre y éste exclamó: “Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne.Ésta será llamada mujer, porque ha sido formada del hombre”.Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor
Salmo Resposorial
Lector: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor. Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lector :Dichoso quien respeta al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lector: En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lector: Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo; no temerá las malas noticias. Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lector: Su corazón está firme en el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta que vea derrotados a sus enemigos. Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lector: Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad.
Todos: Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Efeso 5, 2a. 25-32
Hermanos: Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros. Los maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. «Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne». Este es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia.
Palabra de Dios
Todos: Te alabamos Señor
Evangelio
Sacerdote: El señor este con Ustedes Todos: Y con tu Espiritu Sacerdote: Lectura del santo Evangelio según San Juan: 2, 1-11
- En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que él les diga”. Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo al encargado de la fiesta”. Así lo hicieron, y en cuanto el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”. Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue el primero de sus signos. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesus
Liturgia del Matrimonio.
- Interrogatorio
Queridos Josh y Valentina han venido para que el Señor consagre vuestro amor, ante la comunidad aquí reunida, ante la Iglesia. Jesucristo bendice hoy con toda su fuerza su amor; Él es el primer testigo del compromiso que deseáis contraer. Él, por el bautismo los hizo miembros de la familia de Dios. Ahora, por el sacramento del matrimonio, los fortalecerá y los acompañará a lo largo de toda su vida. Es un compromiso que ahora expresarán ante todos nosotros:
Josh y Valentina, ¿venís a contraer matrimonio libre y voluntariamente? - Sí, venimos libremente.
- ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del matrimonio, durante toda la vida? - Sí, estamos decididos.
- ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia? - Sí, estamos dispuestos.
• Consentimiento Así, pues, ya que quieren contraer santo matrimonio, unan sus manos, y manifiesten su consentimiento ante Dios y su Iglesia.
Esposo: Yo, Josch te recibo a ti, Valentina, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
Esposa: Yo, Valentina te recibo a ti,Josch, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
• Sacerdote:
El Señor ,que hizo nacer en ustedes el amor confirme este consentimiento mutuo que han manifestado ante la Iglesia. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo.
Todos: Amen
• Bendición de anillos Sacerdote: Oremos
Bendice y santifica, Señor, el amor de Josch y Valentina, y que estos anillos, signo de fidelidad, les recuerden su promesa de amor Todos: Amen
• Imposición de anillos Esposo: Valentina, recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Esposa: Josch, recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
• Entrega de las Arras
Sacerdote: Bendice, Señor, estas arras, que Josch y Valentina se entregan, y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes. Todos: Amen
Esposo: Valentina, recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.
Esposa: Josch, recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.
(Al terminar la entrega de las arras se puede cantar un canto de alabanza).
Oracion de los Fieles
Presentacion del Pan y del Vino Sacerdote: Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida. Todos: Bendito seas, por siempre, Señor.
Sacerdote: Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros bebida de salvación.
Todos: Bendito seas, por siempre, Señor.
Sacerdote:
- Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos:. El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia
Oracion sobre las Ofrendas Sacerdote: Recibe Señor, con bondad los dones que te ofrecemos con alegria y guarda siempre con amor a Josch y Valentina a quienes has unido con el vinculo del matrimonio. Por Jesucristo nuestro Señor. Todos: Amen
Plegaria eucarística.
S: El Señor esté con vosotros. R: Y con tu espíritu. S: Levantemos el corazón. R: Lo tenemos levantado hacia el Señor. S: Demos gracias al Señor nuestro Dios. R: Es justo y necesario.
Sacerdote:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre Santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo,tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria,diciendo:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.Hosanna en el cielo.Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Sacerdote: Éste es el sacramento de nuestra fe. Todos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Sacerdote: Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Rito de Comunion
Sacerdote: LLenos de alegria por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oracion que Cristo nos enseño
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Bendicion de los Esposos
Sacerdote: Queridos hermanos, supliquemos humildemente al Señor, para que derrame la bendicion y su gracias sobre Josch y Valentina que se han unido en Cristo, para que lo que ato una santa alianza pemanezca unido en un solo amor
Oh Dios, que con tu poder creaste de la nada,y, desde el comienzo de la creación, hiciste al hombre a tu imagen y le diste la ayuda inseparable de la mujer, de modo que ya no fuesen dos, sino una sola carne, enseñándonos que nunca será lícito separar lo que quisiste fuera una sola cosa.
Oh Dios, que consagraste la alianza matrimonial con un gran Misterio y has querido prefigurar en el Matrimonio la unión de Cristo con la Iglesia.
Oh Dios, que unes la mujer al varón y otorgas a esta unión, establecida desde el principio, la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio.
Mira con bondad a estos hijos tuyos, que, unidos en Matrimonio, piden ser fortalecidos con tu bendición: Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo, para que tu amor, derramado en sus corazones, los haga permanecer fieles en la alianza conyugal.
Abunde en tu hija Valentina el don del amor y de la paz, e imite los ejemplos de las santas mujeres, cuyas alabanzas proclaman la Escritura.
Confíe en ella el corazón de su esposo, teniéndola por partícipe y coheredera de una misma gracia y una misma vida, la respete y ame siempre como Cristo ama a su Iglesia.
Y ahora, Señor, te pedimos también que estos hijos tuyos permanezcan en la fe y amen tus preceptos; que, unidos en Matrimonio,sean ejemplo por la integridad de sus costumbres; y, fortalecidos con el poder del Evangelio, manifiesten a todos el testimonio de Cristo; que su unión sea fecunda, sean padres de probada virtud, vean ambos los hijos de sus hijos y, después de una feliz ancianidad, lleguen a la vida de los bienaventurados en el reino celestial.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Oh Dios, que con tu poder creaste todo de la nada, y, desde el comienzo de la creación, hiciste al hombre a tu imagen y le diste la ayuda inseparable de la mujer, de modo que ya no fuesen dos sino una sola carne, enseñándonos que nunca será lícito separar lo que quisiste fuera una sola cosa. Oh Dios, que consagraste la alianza matrimonial con un gran misterio y has querido prefigurar en el Matrimonio la unión de Cristo con la Iglesia. Oh Dios, que unes la mujer al varón y otorgas a esta unión, establecida desde el principio, la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio. Mira con bondad a estos hijos tuyos que unidos en Matrimonio, piden ser fortalecidos con tu bendición: Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo, para que tu amor derramado en sus corazones, los haga permanecer fieles en la alianza conyugal. Abunde en tu hija N. el don del amor y de la paz, e imite los ejemplos de las santas mujeres, cuyas alabanzas proclama la Escritura. Confíe en ella el corazón de N., su esposo, teniéndola por copartícipe y coheredera de una misma gracia y una misma vida, la respete y ame siempre como Cristo ama a su Iglesia. Y ahora, Señor, te pedimos también que estos hijos tuyos permanezcan en la fe y amen tus preceptos; que, unidos en Matrimonio, sean ejemplo por la integridad de sus costumbres; y, fortalecidos por el poder del Evangelio, manifiesten a todos el testimonio de Cristo; que su unión sea fecunda, sean padres de probada virtud, vean ambos los hijos de sus hijos, y, después de una feliz ancianidad, lleguen a la vida de los bienaventurados en el reino celestial. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Padre Santo, autor del universo, que creaste al hombre y a la mujer a tu imagen y has bendecido la unión matrimonial. Te rogamos humildemente por estos hijos tuyos que hoy se unen en alianza de bodas. Descienda, Señor, sobre esta esposa N. y sobre su esposo N. tu abundante bendición, y que la gracia de tu Espíritu Santo inflame desde el cielo sus corazones, para que en el gozo de su mutua entrega se vean rodeados de hijos, riqueza de la Iglesia. Que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; que participen en la oración de tu Iglesia y den testimonio de ti entre los hombres; y después de una feliz ancianidad lleguen al reino de los cielos con estos amigos, que hoy les acompañan. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Padre Santo, que has creado al hombre y a la mujer para que, siendo los dos una sola carne y solo corazón, sean imagen tuya y realicen su misión en el mundo. Padre santo, que para revelar tus designios quisiste que el amor del hombre y de la mujer fuera signo de la alianza que estableciste con tu pueblo, y que la unión de los esposos en el sacramento del Matrimonio manifestara las bodas de Cristo con la Iglesia. Extiende tu mano protectora sobre estos hijos tuyos N y N. y derrama en sus corazones la gracia del Espíritu Santo. Que a lo largo de su nueva vida común, santificada por este sacramento, se comuniquen los dones de tu amor; y que, siendo el uno para el otro signo de tu presencia, sean en verdad un solo corazón y un sólo espíritu. Concédeles, Señor, mantener con su trabajo la vida de su hogar, y educar a sus hijos según el Evangelio, para que formen parte de tu familia santa. Colma de bendiciones a tu hija N., para que pueda cumplir sus deberes de esposa y madre, y sea el alma y la alegría de su hogar. Bendice también a tu hijo N., para que cumpla su misión de esposo fiel y padre solicito. Concede, Padre santo, a quienes se han unido a ti (y desean acercarse a tu mesa) participar un día en la alegría del banquete eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Queridos hermanos: Invoquemos a Dios que se ha dignado conceder su bendición para multiplicar la descendencia del género humano. Que él proteja a estos siervos suyos N. y N. que ha llamado a la unión conyugal. Les otorgue sentimientos de paz, un mismo corazón y costumbres selladas por el mutuo amor. Tengan también por regalo de Dios, la familia deseada, a ella también alcance esta bendición. Así N. y N., en humildad de corazón, puedan servir a quien bien saben es su Creador. Amén. Oh Dios, que para propagar la familia humana, ya en los orígenes mismos del mundo modelaste a la mujer del costado de Adán, e insinuando la unidad del amor más puro, hiciste de uno dos, para mostrar que los dos son uno. Has puesto los primeros cimientos del Matrimonio de tal modo que el varón abraza en su esposa una parte de su propio cuerpo, y no puede pensar que le es extraño lo que sabe formado de sí mismo. Míranos propicio desde tu trono del cielo y atiende con benevolencia nuestras plegarias: A estos hijos tuyos, a quienes mediante esta bendición unimos con el vinculo del Matrimonio, santifícalos con la gracia del Espíritu Santo y acompáñalos benignamente con tu amorosa protección. Amén. Concédeles, Señor, mutua armonía de espíritu en tu santo temor, v semejante bondad de costumbres en el amor del uno al otro. Amén. Que se amen, Señor y que nunca se aparten de ti. Amén. Que mutuamente se entreguen el debido amor del cuerpo y del corazón y que nunca te ofendan al consumar su amor. Amén. Que nunca se desvíen de tus caminos, sino que te agraden siempre guardándose entera fidelidad. Amén. Dales, Señor, en abundancia los bienes presentes, y una santa y generosa descendencia. Amén. Que la dulzura de tu bendición inunde su cuerpo y su espíritu de tal modo que el fruto de su unión sea del agrado de todos y bendecido por ti. Amen. Dales, Señor, una larga y feliz vida en el presente, y un constante deseo de la vida eterna que les aguarda. Amén. Dispongan de tal modo los asuntos temporales, que felizmente deseen los bienes eternos. Amén. Sepan amar los bienes transitorios de forma que no pierdan los que duran para siempre. Amén. Y así, amándose de verdad, y sirviéndose a ti, Señor sinceramente, vean los hijos de sus hijos, y después de una larga vida en la tierra, lleguen, por fin, al reino de los cielos. Amén.
Rito de Paz
Sacerdote: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
Todos: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Sacerdote: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos:. Amén.
Sacerdote: La paz del Señor esté siempre con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Dense fraternalmente la paz.
Según la costumbre del lugar, se intercambian un signo de paz, de comunión y de caridad.
Sacerdote:. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Todos: . Ten piedad de nosotros.
Sacerdote: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Todos: Ten piedad de nosotros.
Sacerdote: Cordero Dios, que quitas el pecado del mundo.
Todos: Danos la paz.
Sacerdote: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará para sanarme.
Oracion despues de la Comunion
Sacerdote: Oremos. Despues de participar en tu mesa, Señor, te pedimos por Josch y Valentina que hoy se han unido en santo matrimonio, para que te sean siempre fieles y sean testigos de tu amor, por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amen
RITO DE CONCLUSIÓN
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Dios, eterno Padre, les conserve siempre en perpetuo amor para que la paz de Cristo habite en ustedes y permanezca siempre en su hogar
Todos: Amen
Sacerdote: La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
Todos: Amén.
Sacerdote: Pueden ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.